Estudiando el itinerario
Después de un corto traslado desde el centro de El Bolsón atravesamos algunas chacras, nos cambiamos y todo el grupo desciende tranquilamente hacia el río. La aventura empieza antes de entrar al cañadón cuando el equipo de guías nos dan una detallada charla técnica de lo que vamos a hacer, de las reglas de seguridad y del comportamiento grupal y colaboración mutua en el río.
Indicando el lugar donde vamos a pasar...
Equipados con equipo completo de neoprene, zapatillas de agua, chaleco salvavidas, casco y arnés de escalada iniciamos la aproximación al río que en alguna época del año implica un rappel por una pared vertical con el azul esmeralda del río a nuestros pies. Los guias nos dan instrucciones precisas de como movernos, nos revisan los mosquetones y desde abajo el segundo guía nos da seguro. El descenso aéreo termina en las calmas y agradables aguas. Ahora el guía nos explica nuevamente como hacer un ferry nadando para curzar el río antes de la primera caída. Los trajes de neoprene convierten en un placer el agua y la flotabilidad integral de los chalecos salvavidas nos dan confianza. Lentamente empezamos a conocer los movimientos del río, aprendemos a entrar en remansos pequeños detrás de las piedras, a nadar en aguas turbulentas y a saltar desde las piedras al agua. El río continúa avanzando por el cañadón cuyas paredes llegan a los cien metros de alto. Aquí las costas son verticales, sólo podemos seguir nadando…
Avanzando Río Abajo
El río en una parte se hace una gran pileta, y desaparece en una pequeña vuelta a la derecha, el guía nos explica que despúes de la curva tenemos que nadar pegados a la pared a nuestra derecha. Cuando salimos del agua vemos que en este punto el río forma una cascada de unos 8 metros de altura, la única forma de superarla es saltando a un diminuto piletón. Los más confiados trepan para volar más, otros caminan asegurados por la pared hasta un escalón más bajo y luego saltan. Despúes del vuelo nos sentimos patos imbatibles en nuestro nuevo medio. Se continúan los saltos al agua en movimiento, pasos de escalada, cruce del río por troncos, pequeños rappeles. Es notable la seguridad que nos transmiten los guías, ellos nos explican como caer en los saltos, como nadar y como volver a subir a la costa siguiente, con precisión nos anticipan el trayecto sub acuático que haremos al pasar por la siguiente angostura del río.
Salto al vacío
Finalmente superamos un rápido muy movido y llegamos al último piletón, en este punto salimos del río, luego de caminar unos metros ahora por tierra firme, cruzamos una espectacular pasarela aerea y arribamos al lugar donde nos esperan con una muy oportuna comida caliente. A nuestros pies siguen corriendo las aguas del río, ahora calmas y tranquilas.
El canyoning duró un par de horas, pero la excitación y la promesa de volver quedan para siempre.¦lt;br /> Los que han practicado canyoning en otras partes del mundo aseguran que esta nueva oferta que se hace en El Bolsón es netamente superior por la belleza de los ríos de la patagonia andina.
Para quienes quieran tener real acción y aventura en sus vacaciones, y estén dispuestos a tomar el auto desafío de esta excursíon inolvidable les recordamos que el único requerimiento es ser una persona deportista y contactarse con Grado 42, pionera en Argentina en brindar este servicio.
La excusión es de día completo, hay que llevar zapatillas y calzado de repuesto, una muda de ropa interior y toalla. La excursión incluye: Pantalón y chaqueta de neoprene, Chaleco salvavidas, Casco, Arnés de escalada, Guías profesionales, Transporte y Comida.
